¿Debemos tener consideraciones para nuestra salud cuando unimos la Donación de Sangre y el Ejercicio?

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Foto: vix.com

La sangre es un producto de soporte vital, el cual es utilizado clínicamente para el tratamiento de diferentes procesos patológicos agudos y crónicos. La donación voluntaria de sangre busca satisfacer la creciente demanda de este producto, pero existen preocupaciones entre los donantes potenciales sobre el impacto de la pérdida de sangre en el rendimiento del ejercicio.
Una revisión sistemática realizada por Van Remoortel, miembro de la Cruz Roja Belga estudio el efecto de una donación estándar de sangre en el rendimiento aeróbico del ejercicio.
Como antecedentes una donación de sangre puede tener un volumen total de recolección entre los 400 y 500 ml, los cuales son fraccionados en diferentes productos sanguíneos como Glóbulos Rojos, Plasma y Plaquetas entre otros.
Los resultados de este estudio incluyeron variables sanguíneas relacionadas con el ejercicio como la concentración de hemoglobina (Hb), hematocrito y recuento de glóbulos rojos además de las variables del ejercicio como la resistencia (la cantidad máxima de oxígeno, VO2max), tasa de trabajo máxima y tiempo de agotamiento.
Los resultados mostraron que entre 24 y 48 hrs posterior a una donación de sangre la concentración de Hb se redujo en un 7% y a los 14 días esta reducción disminuía a un 4%. Por otra parte, la cantidad máxima de oxígeno (VO2max) disminuye en un 7% hasta 48 hrs posterior a la donación y la capacidad máxima de ejercicio disminuye en un 10% en el mismo periodo. Estos datos fueron corroborados por un estudio realizado por Meurrens del grupo de investigación de Fisiología del Ejercicio del departamento de kinesiología de Leuven Belgica, aportando nuevos antecedentes en donde finalmente estas disminuciones generaban un impacto en el ejercicio extremo a diferencia del ejercicio moderado y sistematico.
Si bien la literatura documenta efectos fisiológicos de la donación de sangre y disminución de ciertos parámetros relacionados al ejercicio, los estudios concluyen que estos parámetros vuelven a su normalidad posterior a 4 semanas de haber generado la donación, por lo cual las recomendaciones serian no donar sangre previa a una competencia de alta intensidad ya que el rendimiento físico pudiera verse levemente disminuido.
Sin embargo, es importante recalcar los efectos benéficos que posee donar sangre de manera constante, entre los cuales destacan la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares, infarto y accidentes cerebrovasculares, además de estar reportados efectos anticancerígenos.