El running y el cáncer de mama

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Estudios han demostrado que practicar running además de ayudarnos a mantener nuestra condición física también previene el cáncer de mama. Las mujeres que practican este deporte más de 3 horas semanales reducen un 30% el riesgo de cáncer de mama. La mejor etapa para adaptarse a correr y comenzar la prevención del cáncer de mama es sin duda la adolescencia. La práctica del running repercute en una disminución de la producción de estrógeno, hormona femenina que pueden desarrollar células cancerosas. Generalmente las mujeres que corren tienen bajo porcentaje de grasa corporal, esto también reduce el riesgo de cáncer de mama.       

Para estudiar los beneficios del deporte en algunos pacientes con cáncer de mama se creó el programa Corre en Rosa. Este programa concentra aproximadamente a 200 pacientes quienes son sometidos a entrenamientos semanales y análisis para evaluar los resultados obtenidos. Antes de comenzar el programa los pacientes se someten a exámenes cardiológicos y musculo-esqueléticos y según los resultados estableces grupos. Los grupos en los que se ubican son: el que camina, el que camina y corre y el que corre. Estos grupos realizan entrenamientos dos días por semana, realizan calentamientos y rutinas de ejercicios según el nivel donde fueron ubicados.     

Ejercicios más adecuados contra el cáncer de mama

Para prevenir el cáncer de mama se recomendaba caminar de tres a cuatro días por semana, pero eso ha cambiado. Al parecer ejercicios de mayor intensidad aportan más beneficios, por eso ahora se recomienda combinar ejercicios aeróbicos y tonificación muscular. Es decir correr o hacer bicicleta combinado con Pilates, yoga o pesas con la debida supervisión de un personal especializado. El ejercicio físico ayuda tanto a pacientes que están en quimioterapia como a las mujeres que están recibiendo terapia hormonal. La quimioterapia provoca un agotamiento inmenso y el ejercicio ayuda a superar ese cansancio, la persona se sienta más activa.

Las pacientes que reciben terapia hormonal también se benefician con el ejercicio ya que mejoran sus problemas musculares  y articulares. Para saber cuáles son los ejercicios convenientes para pacientes con cáncer de mama es necesario que un médico las examine. La recomendación de un tipo de ejercicio u otro va a depender de factores como la fase de la enfermedad. Otros factores son los efectos secundarios de los tratamientos, la condición física de cada paciente y el gusto de ellas. La recomendación seria combinar tres o cuatro días de ejercicio aeróbico y dos días de ejercicios de fuerza y flexibilidad.

Cuanto tiempo esperar para entrenar después del tratamiento

Siempre y cuando sea un ejercicio controlado y supervisado no necesita esperar, por el contrario, tolerara mucho mejor la quimioterapia. Las pacientes que han sufrido cáncer de mama no tienen obligatoriamente más riesgo de sufrir lesiones por practicar algún deporte. Lo que si es necesario es que la práctica del running sea aprobada por el médico y supervisada por especialistas. Correr genera beneficios físicos y psicológicos, reducen la presión arterial, frecuencia cardiaca, grasa corporal y aumenta la calidad de vida. Para las pacientes con cáncer de mama correr en grupo mejora el estado de ánimo, porque comparten experiencias con otras. 

Es alentador para una mujer que está pasando por la enfermedad correr con otra que ya paso por lo mismo. Verlas bien, activas y llevando una vida normal las llena de ánimo para seguir con su tratamiento y el entrenamiento. Actualmente existe una relación esperanzadora entre el running y la reducción de las probabilidades de recaer con cáncer de mama. Estudios científicos relacionan el running con una mejora en la calidad de vida experimentada y la disminución de la astenia. Los beneficios que aporta el running en la prevención y recuperación del cáncer de mama son innumerables dando muchas esperanzas.