Transición a la técnica barefoot y minimalismo

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Llevo arrastrando una lesión por 3 meses aproximadamente y era hora de acudir a algún lugar en el que me pudieran ayudar. Fascitis plantar. ¡Si!, la temida fascitis plantar, que impide seguir haciendo entrenamientos de calidad y hasta puede llegar a detener el entrenamiento, como fue mi caso. No me gusta ir ni al doc ni al kine. Ahora era necesario. Estoy yendo a sesiones de kine para fortalecer el pie y recuperarlo. El porqué de la lesión puede deberse a varios factores. Entre ellos sin duda alguna está las zapatillas convencionales para correr.

Llevaba alrededor de 5 años ½ sin entrenar el trote. Salía algunos días por mes. Eso sí, entrenaba bici de ruta. Hace un año que volví a los entrenamientos de trote, con 3 – 4 días a la semana. Dentro de este año, he tenido cuatro lesiones, dos leves y dos de gravedad. ¡Cuatro lesiones en un año! Una “locura”. No he durado más de un mes entrenando de corrido. Informándome de cada lesión, llegué a un montón de páginas web, con estudios, opiniones, experiencias de vida y otros apuntes. Después haber leído mucha información, estoy listo para dar un paso enorme en lo que a trote respecta. Desaprender todo lo aprendido en 11 años de trote. Dejar de lado las zapatillas convencionales de correr y pasar al trote descalzo y con zapatillas minimalistas.

Es un proceso lento y que tiene que ser constante. Llevo media semana con esto, lo que es casi nada, pero lo importante es decidirse y empezar. Lo primero que he hecho es andar descalzo en casa. Lo segundo, ocupar calzado con poca o sin amortiguación para caminar en la calle. Voy en eso, además de realizar ejercicios de propiocepción y de subir y bajar escaleras descalzo. Poco a poco la fascitis va cediendo y todo el sistema músculo – esquelético de las piernas comienza a despertar del largo letargo de estar sometido a la protección de las zapatillas y del letargo mental al que nos somete el marketing del running.

En casi toda la publicidad asociada el trote se muestran corredoras (es) cayendo directamente con el talón, cuando debería caerse con la zona media del pie. Sin ir más allá, basta visualizar detalladamente la técnica de carrera de corredoras (es) africanas (os) en los que se ve claramente que amortiguan el impacto con la zona media del pie (justo detrás de los metatarsos). Para que quede más claro, intenten trotar descalzos unos metros; ¿qué ocurrirá? Caerán con la zona media del pie, sino se lastimarán el talón. Todos los vicios de la carrera y del caminar vienen de la protección que le damos a los pies, impidiendo su fortalecimiento y correcta adaptación.

Pueden leer y visitar el blog de Matías en: Transición a la técnica barefoot y minimalismo I (noviembre, 2015)