FORTALECIMIENTO DEL TREN SUPERIOR PARA CORREDORES

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Correr no es simplemente cuestión de piernas; también debes entrenar tu tren superior. Descubre por qué es tan importante para los corredores.

Las piernas son muy importantes cuando corres; al entrar en el último tramo de una maratón o una carrera de 10 km. notas el escozor y te das cuenta de lo importante que es tener unas piernas fuertes. ¿Y qué decir del tren superior? Es mucho más importante de lo que imaginas. Aunque no necesitas tener un tren superior de gran volumen (sólo hay que ver la diferencia entre el cuerpo de un corredor y el de un fisicoculturista), sí debes trabajar para fortalecerlo.

Mantiene tu equilibrio durante tus carreras.

A mayor velocidad de carrera, menor tiempo de contacto con la superficie. Te ayuda a mantener el equilibrio cuando tus pies no están en contacto con la superficie, de forma que puedas mantener tu eficiencia y forma física a medida que aumentas tu ritmo. También contribuye a mejorar la eficiencia del empuje del pie, ya que la mayor parte de la fuerza del empuje viene dada por las caderas, no por los glúteos. Al proporcionarte estabilidad, un tren superior fuerte facilita la extensión de la cadera y permite que los glúteos impulsen las piernas durante la carrera.

Te ayuda a mantener tu postura durante tus carreras.

Esto te ayuda a:

  • mantener la eficiencia; al inclinarse hacia adelante o arquear la espalda se inhiben los músculos del tronco y las caderas se extienden de manera menos eficiente, obligando a que tus piernas trabajen más duro durante la fase de impulso.
  • mejora la entrada de oxígeno en los pulmones;  al abrir el pecho y mantenerte en posición vertical, entra más oxígeno en los músculos, lo que te permite correr mayores distancias y prevenir la fatiga.

Insistimos en la importancia de fortalecer el tren superior, especialmente los trapecios laterales e inferiores (los músculos que van desde la parte superior de la espalda hasta la región central entre los omóplatos). Un tren superior fuerte te permite mantener los omóplatos en buena posición y mejorar tu postura, dando una mayor estabilidad a la espina y la pelvis.